Comparativa mejores Sartenes del 2025

No existe la sartén perfecta y hay que tener en cuenta múltiples aspectos para realizar una elección adecuada. Mas adelante en esta página, te explicamos los materiales y las características más importantes de los distintos tipos de sartenes y te razonamos cómo hemos llegado a las siguientes conclusiones:
Mejores sartenes antiadherentes
La mejor sería aquella con base de acero inoxidable con núcleo de aluminio y/o cobre, multicapas, y un recubrimiento antiadherente de PTFE, con tres o más capas y reforzado con partículas de titanio. Opcionalmente, podemos optar por un buen recubrimiento cerámico, aunque generalmente duran menos que los de PTFE.
Nunca utilizaremos una sartén de aluminio recubierta con antiadherente porque este se pierde y pone el aluminio en contacto con la comida, lo que no es saludable. ¿Cuáles son las mejores sartenes? Esta es nuestra selección:
Existen algunos modelos de sartenes que presentan un revestimiento antiadherente combinado con un mallado de acero inoxidable que lo protege. Esto permite que la capa antiadherente tenga una gran durabilidad y evita que las palas de cocina o el estropajo para su limpieza puedan arañarlo. En este tipo, los huevos a la plancha, tortillas y tortitas tienden a pegarse; sin embargo, tienen un comportamiento extraordinario con el resto de alimentos. Por regla general, están muy valoradas por los usuarios, y después de tres años de uso tienen el mismo aspecto y eficiencia que el primer día de uso. Las mejores en nuestro mercado:
Mejores Sartenes para la salud.
Si optamos por las sartenes más saludables para nuestra cocina, no usaremos las que tengan antiadherentes porque progresivamente vamos ingiriendo el revestimiento y aumentando su concentración en nuestro organismo, con efectos que no conocemos con certeza a medio y largo plazo. Tampoco utilizaremos, como material en contacto con la comida, el hierro el cobre o el aluminio, porque o bien reaccionan con los alimentos ácidos o básicos afectando a su sabor y apariencia o bien liberan sustancias tóxicas. Por tanto, la mejor sartén saludable para cocinar es de acero inoxidable, con núcleo de aluminio y/o cobre, multicapas. Hemos realizado una selección de las mejores del mercado:
Partes de una sartén. Materiales que la forman.
Podemos distinguir tres partes en su estructura: la base, el recubrimiento y el mango.
La base será responsable de que se distribuya el calor de forma uniforme, de su velocidad de calentamiento, de su capacidad de retención del calor, de su deformabilidad y su peso. Los materiales más habituales son: el hierro, el aluminio, el acero inoxidable, acero al carbono, cobre, titanio y hierro.
La mejor sartén debería distribuir el calor de forma rápida y uniforme, tener una base indeformable con la temperatura y no pesar demasiado.
La conductividad térmica es importante para que se caliente de forma homogénea y rápida, mientras que la mayor densidad implicaría más peso del utensilio.
El cobre es el material que mejor conductividad térmica presenta, sin embargo no es apto para inducción. El siguiente, es el aluminio que además es el de menor peso.
La base puede estar constituida por uno solo de esos materiales o por capas de distintos materiales de los arriba indicados, que proporcionaran diferentes comportamientos térmicos, peso y aptitud para usarse en gas vitro o inducción.
MATERIAL | CONDUCTIVIDAD TÉRMICA (W/(K·m)) | densidad (g/cm3) |
Cobre | 372 | 8,9 |
Aluminio | 205 | 2,7 |
Hierro | 79 | 7,8 |
Acero al carbono | 50 | 7,8 |
Titanio | 21 | 4,5 |
Acero inoxidable | 16 | 7,8 |
La base debe tener siempre cierto grosor para que no se deforme con el calor y para garantizar una buena distribución de la temperatura. Por supuesto, también hay que tener en cuenta que sea adecuada para el sistema de cocción que busquemos: inducción, gas, halógenas, vitrocerámicas y eléctricas.
El recubrimiento es el material en contacto con los alimentos. Puede estar constituido de un antiadherente, o del propio material de la base, como hierro, acero inoxidable, aluminio, titanio y cobre. Veamos las ventajas e inconvenientes que presentan:
Con Antiadherentes, permiten que la comida no se pegue a la sartén y facilitan su limpieza.
El PTFE es la capa antiadherente externa y negra que recubre muchas sartenes y que conocemos como teflón (nombre comercial que Dupont dio a esta sustancia). El PTFE presenta varios problemas importantes:
- Pierde pronto y sus propiedades antiadherentes y la comida empieza a pegarse. Por tanto, cuantas más capas de antiadherentes tenga, mayor durabilidad tendrán sus propiedades.
- Se va desprendiendo poco a poco de la base y lo ingerimos con la comida, desconociendo realmente sus efectos sobre la salud a medio plazo. Hasta no hace mucho, el PTFE utilizado en las sartenes presentaba PFOA, el cual se demostró con el tiempo que estaba relacionado con el cáncer y diversos trastornos fisiológicos. En la Unión Europea el PFOA está prohibido, pero no el PTFE. Si bien no se ha demostrado la toxicidad del PTFE en forma de macropartículas, sí que hay evidencia sobre la toxicidad de nanopartículas de PTFE. Además, si calentamos el PTFE a más de 250ºC emana gases tóxicos, por lo que es más apropiado para su uso con fuegos bajos o medios.
Si queremos que nuestro PTFE resista y dure más, debemos elegir aquel que tenga más capas o que esté reforzado con partículas de titanio.
La cerámica es un recubrimiento libre de metales pesados y materiales tóxicos que se deteriora con facilidad, por lo que tendremos que sustituirlas con frecuencia. En realidad, no son de cerámica, sino que el material antiadherente se sintetiza a través de la tecnología “sol-gel”, dando como resultado una capa de un material de aspecto y características parecidas a la cerámica. Habitualmente utilizan nanotecnología para sintetizarla, lo que puede inquietarnos respecto a su seguridad alimentaria. Además, hay que vigilar que la base sobre la que se aplique (con frecuencia el aluminio) no sea tóxica, porque al deteriorarse la cerámica permitirá el contacto con los alimentos.
Sin antiadherentes, utilizando como material en contacto con los alimentos los siguientes:
- El Hierro fundido, durante su uso, aporta una pequeña cantidad de hierro a la comida, pero no es perjudicial para la salud. Sin embargo, este material pueden reaccionar con alimentos ácidos, lo que puede afectar el sabor y la apariencia de los alimentos. Con un cuidado y mantenimiento adecuados, las de de hierro fundido pueden desarrollar con el uso una superficie antiadherente natural, conocida como «patina» o «curado», que nos facilita que la comida se pegue menos. Las sartenes de hierro fundido se oxidan, no se pueden lavar y dejarlas húmedas.
- El aluminio se libera hacia los alimentos durante la cocción, lo cual no es saludable por ser un metal neurotóxico que está relacionado con enfermedades mentales, como el Alzheimer. Además, el aluminio puede reaccionar con alimentos ácidos o alcalinos, lo que puede afectar a su sabor. El aluminio anodizado es el único tipo de aluminio que no libera metales a los alimentos al cocinar, ya que el anodizado sella la superficie. Sin embargo, el deterioro progresivo, con arañazos y desgarros, ponen al aluminio en contacto directo con los alimentos, con las posibles consecuencias mencionadas.
- El acero inoxidable no reacciona con alimentos ácidos o alcalinos por lo que no altera el sabor o el color de los alimentos. Es muy seguro en contacto con los alimentos, pero libera pequeñas cantidades de níquel o cromo, por lo que no deben utilizarlo por ejemplo personas con alergia a alguno de estos metales. No se pica ni se raya fácilmente, por lo que es muy buen recubrimiento para cocinar.
- El cobre no es adecuado como recubrimiento para cocinar, porque reacciona con los alimentos ácidos liberando sustancias tóxicas en la comida.
- El titanio es un metal inerte y atóxico, de gran dureza y resistencia y que no produce alergias, ni reacciona con los alimentos. Raramente se utiliza puro como recubrimiento, por lo que cuando comercialmente hablan de sartenes de titanio se refieren a aquellas con un antiadherente PFTE reforzado con partículas de titanio.
- El esmaltado, generalmente a base de vidrio fundido, les brinda una apariencia lisa y brillante. Además, el esmalte puede estar pigmentado, lo que permite que presenten una gran variedad de colores.. El esmalte puede contener diferentes materiales, como plomo, cadmio, cromo y níquel, entre otros. Estos metales, en ciertas concentraciones, pueden ser tóxicos y representar un riesgo para nuestra salud si entran en contacto con los alimentos durante la cocción.
Como seleccionar la mejor sartén.
No existe una sartén perfecta, así que debemos elegir según nuestras prioridades, si preferimos asegurar la antiadherencia o preferimos asegurar una cocina saludable. En ambos casos, debemos seleccionar una base en su estructura que pueda estar en contacto con los alimentos, ya que incluso las que tienen recubrimiento antiadherente acaban perdiéndolo poniendo la comida en contacto con el material de la base. Veamos cuanto de saludable son los distintos metales en contacto con los alimentos:

- El aluminio es un metal neurotóxico, relacionado con el Alzheimer, y prohibido en algunos países su uso en contacto directo con los alimentos, por lo que queda descartado (1).
- El hierro, si nos certifican que este libre de plomo, podría ser el metal más saludable (2). Sin embargo, el hierro no es cómodo para porque:
- Responde de forma lenta a nuestro control de la cocción, tarda en enfriarse y en calentarse.
- Reacciona con facilidad antes sustancias ácidas, alterando los alimentos.
- Es muy pesado para su manejo de de forma cómoda.
- Se oxida rápidamente y puede aportarnos restos de óxido en la comida, si no lo secamos muy bien.
- El titanio es uno de los materiales mas seguros en el contacto alimentario. Su precio es muy elevado y prácticamente no se fabrican de titanio puro, solo incorporando partículas de titanio, por lo que queda descartado.
- El cobre no es adecuado para cocinar, porque reacciona con los alimentos ácidos liberando sustancias tóxicas en la comida.
- El acero inoxidable es un material biológicamente inerte que trasfiere pocos elementos a los alimentos, aunque puede liberar algo de níquel y cromo. Ambos pueden provocar excepcionalmente reacciones alérgicas de tipo dermatológico en personas sensibles. Sin embargo, estudios demuestran que su liberación es tan escasa que no pueden provocar ninguna sensibilidad (3).
Por tanto, pensamos que la mejor opción es el acero inoxidable. Sin embargo, no es buen conductor térmico, pero si diseñamos la base con un núcleo de cobre o aluminio, que son excelentes conductores, rodeado de acero inoxidable por todos lados, se alcanza una buena conductividad. De este tipo, encontramos base de sartenes con tres capas (tipo sandwish o encapsulado) o de más capas (multicapas), siendo estas últimas las que distribuyen el calor de forma más homogénea. Este tipo de base para mantiene una alta conducción térmica, una rápida respuesta a los cambios de temperatura de cocción y un peso inferior al hierro, por lo que se convierte en la elección ideal.
Referencias bibliográficas
(1) El aluminio en la enfermedad de Alzheimer: ¿estamos todavía en una encrucijada?
(2) Contenido de hierro de los alimentos cocinados en utensilios de hierro.